CUANDO TIENES UN HIJO CON TDAH...

Cuando los otros padres hablan de visitar al pediatra...
... tú piensas en el psicólogo, el neurólogo, el psiquiatra, la farmacia, la sala de
urgencias del hospital.

Cuando los demás padres hablan de ir a la escuela a una reunión de papás...
... tú estas pensando en la próxima vez que te cite el director para ver qué hizo
ahora.

Cuando los demás padres se sienten frustrados por un hijo que a veces les alegra…
... tú te alegras cuando libras un fin de semana sin cambios de humor, un ataque
de rabia o una bronca de proporciones bestiales.

Cuando las madres modelo conversan sobre lo conveniente de alimentar a su
familia con vegetales orgánicos.
… tú consideras la posibilidad de cambiar de Ritalín a Dexedrina, de Rubifén a
Concerta o en si tu hijo necesita o no tomar antidepresivos.

Cuando otros papás sonríen cuando sus hijos hacen algo lindo...
... tú te carcajeas hasta las lágrimas porque vives con un cómico de circo.

Cuando otros padres alaban a sus hijos por contestar correctamente después de
aprenderse toneladas de información que no tiene sentido...
... tú te asombras de que tu hijo pueda utilizar una analogía acerca de las bolas de
petanca para explicar como vuelan los colibríes y, aún a sí, es comprensible y tiene
sentido lo que dice.

Cuando otros padres se muestran impresionados por las muestras de creatividad o
de pensamiento original de sus hijos...
... tú no estás tan impresionada, ya que tu hijo pensó acerca de esas cosas hace
años.

Cuando otros padres no se muestran muy emocionados cuando sus hijos “solo
hacen lo que los chicos deben de hacer”...
... tú sonríes, porque sabes el trabajo que le costó a tu hijo el “hacer solamente lo
que los chicos se supone que deben hacer”.