¿Que es el TDAH?

El trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), es un trastorno crónico de origen neurobiológico que se inicia en la infancia y se caracteriza por dificultades para mantener la atención, hiperactividad o exceso de movimiento e impulsividad o dificultades en el control de los impulsos.

sábado, 19 de octubre de 2013

FELIZ DIA MAMÁ!!


* PARA VER EL VIDEO HAZ CLICK : AQUI

TDAH EN BEBES?



Antes de los 7 años resulta problemático y controvertido realizar un diagnóstico de TDAH; pero, de acuerdo con los informes retrospectivos y diversos estudios longitudinales, parece ser que un elevado porcentaje de los escolares con TDAH ya manifestaba conductas típicas del síndrome que eran inapropiadas en cuanto a su intensidad, durante los años prescolares.
La visión del TDAH desde la óptica de la Atención Temprana, que abarca hasta los 6 años de edad, incluye su oportuna consideración respecto a su diagnóstico precoz y tratamiento. El TDAH de 0 a 6 años se manifiesta en un 50% menos que en la edad escolar, lo que supone alrededor de un 3% de los niños.

El Doctor Vaquerizo-Madrid señala los signos más relevantes referidos a esta edad (RevNeurol, 2005; 40: S25-S32):

1. Pobre disposición para el juego social con otros niños.
2. Exceso de preferencia por los juegos deportivos sobre los educativos.
3. Actitud desmontadora ante los juguetes, y pobre interés sostenido por el juego.
4. Retraso del lenguaje.
5. Retraso y torpeza en el desarrollo de la motricidad fina adaptativa.
6. Dificultades para el aprendizaje de los colores, los números y las letras.
7. Dificultades para el desarrollo gráfico y para la  comprensión de la figura humana.
8. Inmadurez emocional.
9. Constantes rabietas y más accidentes que los niños de su  edad.

Si antes de los seis años aparecen al menos seis síntomas: impulsividad, no guardar el turno en el juego, perder las cosas, no organizarse, no mantenerse sentado, contestar antes de que le pregunten... entonces puede existir un déficit de atención. "Debe pasar en casa y en el colegio, porque si no podría ser un problema de adaptación"
No debemos olvidarnos de que los síntomas son desproporcionados para lo esperable a su edad y deben de darse por lo menos en dos ambientes; por ejemplo, en su casa y en el colegio.
Los niños con TDAH inatentos son más difícil de identificar porque pasan más desapercibidos al no son tan conflictivos, "van a su aire" y hacen poco caso a los demás.  Sacan los juguetes de su sitio pero luego no les hacen caso, en clase no siguen el ritmo de los demás, se olvidan de sus tareas y organizan peor sus actividades.
El TDAH subtipo combinado, presentan precozmente una conducta disruptiva y alteraciones de la regulación emocional para su edad correspondiente, lo que repercute en una limitada  interacción social  e incluso  una difícil relación con sus padres.
Estos niños entre los 3 y 6 años tienen de forma progresiva, un menor nivel para la aceptación de las normas que los demás, tienen rabietas frecuentes, presentan más  conflictos con sus compañeros,  se pegan más con ellos, y son intrépidos sin ver el peligro porque además tienen gran actividad motora y curiosidad por todo.

Todas estas características se traducen en una serie de evidencias que se pueden clasificar por rangos de edad y que desarrollamos a continuación:

Evidencias de un TDAH de 0 a 3 años:
Padre TDAH
Niños prematuros.
Problemas en el embarazo.
Llora muy habitualmente.
No se reconforta con nada.
Activo como bebé.
Come mal.
Evidencias de un TDAH de 3 a 6 años:
Comportamiento impulsivo y arriesgado.
No espera.
Cambia muy a menudo de juguetes.
No escucha los cuentos.

El tratamiento en los niños con TDAH consiste en  medicación estimulante,  intervenciones psicosociales y los tratamientos que combinan ambas modalidades. Numerosos estudios han constatado que las medicaciones estimulantes resultan efectivas a corto plazo para reducir los síntomas esenciales del TDAH y los problemas asociados en la etapa escolar, de manera que en la práctica clínica estos fármacos constituyen el tratamiento de primera elección.
No obstante, aunque en los últimos tiempos se ha incrementado su empleo en los niños menores de seis años con TDAH, su administración es menos frecuente y más controvertida.
En líneas generales, se ha encontrado que el entrenamiento a padres suele ser efectivo para mejorar los problemas que estos niños manifiestan en el contexto del hogar, pero la información de que disponemos es limitada en relación con la generalización de estos resultados positivos a otros contextos naturales como la escuela.
Sin embargo, Juan Narbona, neuropediatra de la clínica Universitaria de Navarra, aconseja juegos con materiales reales y participación, "en los que tengan que controlarse", para mejorar la atención. Como el Dónde está Wally, que exige escrutar atentamente una página. O los juegos de mesa, donde hay que esperar turno, observar reglas y estar centrado. José Antonio Portellano concluye: "Cuando un tratamiento psicoeducativo funciona, cambia el cerebro. Si era impulsivo y se le adiestra para que adquiera un aprendizaje verbal interno, habremos modificado la química cerebral".

Bibliografía:
Dra. IboneOlza Fernández. Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil Junio 2010 "TDAH en prescolares"
Alberto Espina y Asunción Ortego. Guía práctica para los trastornos de déficit atencional con/sin hiperactividad.
Dr. César Soutullo Esperón. "El TDAH desde la infancia a la adolescencia"
Dr. Fernando Mulas. "Signos precoces básicos del diagnostico y neurobiología del TDAH prescolar"

viernes, 4 de octubre de 2013

ESTRELLAS EN LA TIERRA (Taare Zameen Par)


Taare Zameen Par (Hindi: तारे ज़मीन पर, traducción: Estrellas en la tierra) es una película de la India dirigida y producida por Aamir Khan y protaganizada por Darsheel Safary y Aamir Khan. 
Es la historia de un niño con necesidades especiales y su maestro inspirador.

Un maestro extrovertido presta ayuda a su alumno disléxico Ishaan. 

Ishaan es incomprendido por sus padres que creen que es perezoso y poco inteligente. Luego se dan cuenta de que su hijo tiene una deficiencia de aprendizaje.

.... Para verla AQUI:



miércoles, 2 de octubre de 2013

El Trastorno disocial y su relación con el TDAH


tdah_disocial.jpg
Los Trastornos de la conducta en la adolescencia son una de las situaciones más preocupantes para padres, profesores y profesionales de la salud mental infanto- juvenil. Estos chicos/as presentan cuadros conductuales que necesitan apoyo médico y  apoyo psicopedagógico y/o psicoterapéutico. El trastorno disocial se encuentra según la APA (Asociación Americana de Psiquiatría) entre los trastornos de conducta más frecuentes en población adolescente.
Características que presenta el Trastorno disocial
Según el manual de diagnóstico DSM-IV, el Trastorno disocial está considerado como un trastorno grave de conducta. Se caracteriza por un patrón de comportamiento persistente y repetitivo en el que se violan los derechos básicos de los otros o importantes normas sociales adecuadas a la edad del sujeto. Comportamientos cualitativos y cuantitativos que  van mucho más allá de la simple "maldad  infantil" o la "rebeldía adolescente". Por lo general, implica la participación consciente por parte del individuo en actos que involucran un conflicto con la normativa social o con los códigos de convivencia implícitos en las relaciones en sociedad.
Estas manifestaciones suelen ir unidas a una  serie de situaciones familiares, sociales, escolares que influyen tanto en su origen como en su mantenimiento.
Los comportamientos que se manifiestan en el Trastorno Disocial, pueden ser:
  • Agresiones a otras personas (intimidar, fanfarronear, ser cruel con otras personas, iniciar peleas, ocasionar daño físico, forzar a una actividad sexual, etc.),  o a animales.
  • Dañar la propiedad de otros (incendios, destrucción deliberada...).
  • Fraudulencia o robo (violentar el hogar, la casa o el automóvil de otra persona, mentir para obtener favores, timar, etc.)
  • Violaciones graves de normas (transgredir normas paternas, permaneciendo fuera de casa de noche ?iniciando  este comportamiento antes de los 13 años de edad?, escaparse de casa durante la noche, hacer novillos en la escuela, etc.)
Además de la presencia de estos síntomas, el trastorno disocial provoca un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral.
El trastorno disocial SÓLO se puede diagnosticar hasta los 18 años, si el individuo/a tiene 18 años o más, estaríamos hablando de un  trastorno antisocial de la personalidad
Es importante atender a la edad de inicio del trastorno, si aparece en la infancia o en la adolescencia. Cuanto más tempranamente se produce la presencia de síntomas, más severo es el trastorno, pero por los adolescentes tienden a cometer conductas y comportamientos de mayor riesgo y por tanto la gravedad y el riesgo en los afectados es mayor, por lo que la supervisión y el control sobre ellos debe ser mucho mayor.
Relación entre TDAH y Trastorno disocial
Una gran cantidad de las conductas que aparecen en la etapa de la adolescencia en los afectados con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e hiperactividad) no difieren en demasía de las que muchos adolescentes mantienen en el camino hacia una búsqueda de su identidad, para la cual, la oposición a las normas sociales, constituye una prueba de los límites del individuo en la construcción y reafirmación de su personalidad.
En los adolescentes con TDAH, el propio trastorno impulsa, en ocasiones, la aparición de conductas problema debido a la presencia y la intensidad de síntomas como la impulsividad, el déficit de atención, el déficit en el control inhibitorio o a falta de reflexibilidad sobre la propia conducta, catalizadores todos ellos de comportamientos problemáticos en situaciones de riesgo.
Cuando los adolescentes con TDAH presentan además asociado un cuadro o un diagnóstico de trastorno disocial, la probabilidad de presentar además otros problemas de conducta, accidentes de tráfico, problemas afectivos, rechazo social y problemas académicos como absentismo escolar o muy bajo rendimiento académico, se incrementan exponencialmente aumentando los riesgos y limitando la efectividad de las intervenciones.
En estos casos la situación se agrava debido a la existencia previa en estos jóvenes de una personalidad disocial o un trastorno disocial de base.  La comorbilidad de ambos trastornos supone por tanto, la manifestación de acciones más graves como conductas agresivas o delictivas, las cuales suponen un deterioro y un perjuicio grave y significativo para ellos mismos y su entorno, pudiendo incluso aparecer problemas con la justicia.
Las intervenciones con estos niños/a o adolecentes, especialmente aquellos donde existe la presencia de un trastorno disocial asociado, requieren de mayor supervisión y control. Los ejes terapéuticos principales para estos casos deben ser diseñados en base a las siguientes estrategias terapéuticas:
1) La prevención de conductas de riesgo y comportamientos problemáticos y el trabajo sobre el autocontrol.
2) Trabajar la autorregulación emocional para desarrollar formas óptimas de expresar los sentimientos negativos, convertirlos en sentimientos positivos y en acciones útiles y entrenar para modificar estados de ansiedad, frustración y rabia en estados de relajación y autocontrol.
3) Atender a los aspectos subyacentes del problema (entorno familiar, dificultades personales, problemas afectivos, entorno escolar, problemas psicológicos, etc.)
4) Establecer límites y normas de actuación
En el caso de detectar en los hogares o en las escuelas, que nuestro hijo/a o alumnos/as con TDAH empiezan a manifestar conductas disruptivas que empiezan a suponer un grave deterioro de las normas y las relaciones sociales, es fundamental acudir lo antes posible a un especialista, quien pueda valorar la existencia de rasgos de carácter altamente disruptivos o personalidad disocial.
BIBLIOGRAFÍA
Guía de Práctica Clínica  sobre el Trastorno  por Déficit de Atención  con Hiperactividad (TDAH) en Niños  y Adolescentes. Guías de práctica clínica en el SNS ministerio de sanidad, política social e igualdad. España
Medineplus. Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. Instituto Nacionales de la Salud (NIH) Traducción por DrTango, Inc.
Caballo, M.V., y Simón, L.M.A. (COORDS.) (2005): Manual de Psicología Clínica Infantil y del Adolescente. Trastornos generales. Madrid. Pirámide
Valle García Novales., M (2012). Los trastornos graves de conducta. Estrategias para un abordaje eficaz desde la orientación educativa.
Manual de atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo derivadas de trastornos graves de conducta. Consejería de Educación, Junta de Andalucía. Dirección General de Participación e Innovación Educativa.

martes, 1 de octubre de 2013

Ejercicios y juegos caseros para niños hiperactivos


 la clase en determinados niños:  hacen ruidos constantemente, permanecen sentados con mucha dificultad y no se concentran en las tareas. Muchos han sido categorizados como alumnos “traviesos e inquietos”.
Hoy podemos afirmar que algunos de ellos han sido diagnosticados de TDAH o hiperactividad. Estos chicos son impulsivos, les cuesta focalizar lo esencial de cada situación, se despistan con estímulos irrelevantes o secundarios, son inquietos, cambian de una tarea a otra en pocos minutos sin finalizarla, les cuesta guardar el turno, hablan demasiado, se distraen y pierden el material de trabajo.
Los padres muchas veces nos preguntamos cómo podemos contribuir en casa a entrenar y potenciar la atención de nuestros hijos intentando que disminuyan su impulsividad al tiempo que jugamos con ellos. Este es el objetivo del artículo que quiero compartir con vosotros; describir juegos y ejercicios útiles para los profesores y para los progenitores, de tal manera que todos podamos disfrutar de una forma lúdica y divertida.
Juegos para niños hiperactivos

Ejercicios para trabajar la atención de los niños 

- Completar rompecabezas de letras y de figuras geométricas de dificultad creciente
- Completar secuencias de trazados
- Realizar ejercicios de punteado (relleno, perfilado, calcado, dibujo...). Los niños podrán mejorar la atención asimismo, con los clásicos dibujos de "une los puntos".
- Localizar e identificar errores en dibujos sencillos. Incluso, identificar errores (analogías y diferencias) entre diferentes figuras.
- Localizar dibujos repetidos entre una serie o conjunto dado. También les ayuda realizar series secuenciales de símbolos geométricos o de dibujos.
- Un buen juego para potenciar la atención en niños hiperactios es resolver laberintos, sopas de letras y cricigramas e ir añadiéndoles dificultad
- Identificar por reconocimiento visual palabras enmascaradas.
- Seleccionar los sinónimos y antónimos relacionados con una palabra entre una lista dada.
- Seleccionar las palabras adecuadas para completar una frase entre una lista dada.
- Realizar juegos de barquitos de coloreado: este juego consiste en partir el dibujo en zonas de coloreado. A cada zona se le asigna un color. Después al niño se le dan las referencias: colorea de rojo b-c-d y colorea de verde: a-e-i
- Los niños han de construir palabras lógicas eligiendo letras entre un conjunto dado. Por ejemplo: (a, o, p, m, s, c, a, t). Pueden hacerlo eligiendo las letras libremente, dándoles un número concreto de letras o que empiecen o terminen por una letra o sílaba.
- Dado un conjunto de letras o conjunto de palabras tachar o rodear las que sean iguales a un modelo dado. También puede realizarse tachando las palabras o letras diferentes. 

Juegos para practicar la memoria auditiva y visual

  • Juego del eco: el guía dice una palabra y los demás deben hacer el eco de la misma las veces que se acuerde previamente.
  • Juego del mensajero: el guía dice a otro jugador una frase relacionada con alguna actividad a realizar y éste debe repetirla posteriormente a todo el grupo para que la lleven a cabo 
  • Juego de las cadenas de palabras: el guía inicia la cadena diciendo una palabra (p. ej. “Juanito”), el siguiente jugador debe decir la misma palabra más otra que añada significado a la primera (p. ej. “está”)... pierde el jugador que no es capaz de añadir otra palabra más.
  • Juego del “veo-veo”.
  • Juego del cazador de palabras. Cada jugador tiene una serie de palabras en una cartulina que pertenece a una categoría (plantas, flores, animales, nombres propios, nombres comunes...); el guía dice una palabra y dos jugadores al mismo tiempo tienen que buscar quién posee la palabra mencionada, gana el que primero la encuentre.

Ejercicios para practicar la coordinación visomotriz

  • Buscar el detalle: En este ejercicio mostraremos al niño diferentes dibujos de objetos, fotografías e imágenes en un periodo breve de tiempo. Después le preguntaremos qué detalles recuerda y le pediremos que nos dibuje la imagen cuidando la disposición, el color y el tamaño, cuantos más detalles recuerde más elogios nuestros recibirá. Puede realizarse también con personajes.
  • A clasificar:  Consiste en clasificar objetos distintos según un criterio dado o una característica común. Podremos ampliarlo aumentando el número de características comunes y utilizando materiales cotidianos. 
  • El laberinto: Este juego planteado para los más pequeños puede ser muy divertido. Podemos realizarlo con lana o cuerdas que vayan enredándose por las diferentes habitaciones de la casa hasta llegar a la meta: “Una bolsita de chuches”, p. ej. una bolsa de dulces. Cuidado con los despistes porque cada uno restará una chuche de la bolsita. 

Ejercicios para practicar la relajación y el control de la impulsividad

  • El globo. Nos servirá para practicar la respiración diafragmática. Inspiramos muy despacio permitiendo que el aire entre por nuestros pulmones y llegue al abdomen. Este último se va hinchando como si fuera un globo y después permitiendo que se escape el aire y desinflándose poquito a poco hasta quedar vacío.
  • La tortuga en su caparazón. Este ejercicio nos permitirá practicar la relajación muscular progresiva. Nos tumbamos boca abajo y nos convertimos en una tortuga que decide replegarse en su caparazón escondiendo su cabeza y sus patas. Ahora los músculos del cuello, brazos y piernas están en tensión. Pronto vienen los rayos del sol a despertarnos, ahora vamos asomando muy despacito la cabeza y estirando las extremidades hasta que queden relajadas. Podemos completarlo con “la historia de la Gran Tortuga Sabia” (basada en “la tortuga de M.R. Schneider y A. Robin”).
  • Una carrera muy lenta. El ganador será el último que llegue a la meta realizando movimientos muy lentos y controlando la impulsividad.
  • Mi propio animador. Basado en la técnica de las autoinstrucciones, se trata de ir comentando en voz alta lo que se está haciendo, lanzando mensajes positivos tanto si va saliendo todo bien como si se producen dificultades.
Ana Roa. Pedagoga y educadora infantil
Ana Roa
Pedagoga y profesora de Educación Infantil