La dificultad para el deporte de los sujetos con TDAH es la menos estudiada y de la que menos se sabe de los trastornos comórbidos del TDAH. Es importante realizar intervenciones que atenúen la incapacidad en el desempeño de actividades propias de su edad, ya que mejorando este aspecto de su vida, las repercusiones en el área emocional y social se verían gratamente beneficiadas.
Educar para la diversidad es un reto al que se enfrenta los profesionales de la educación. Adaptar los objetivos a los sujetos con necesidades educativas especiales, como es en mucho de los casos de niños con TDAH, en el marco de la Educación Física, es una tarea pendiente que debe comenzar a realizarse con mayor rigor.
Un análisis de los diferentes aspectos que aparecen en la legislación revela un especial interés hacia la atención a la diversidad, aceptando las diferencias entre los niños. Esto llevaría a que el niño sea atendido, no tan solo en función de sus limitaciones, sino de las necesidades educativas que pudiera plantear.
Un modelo de intervención que permita atender las necesidades de los alumnos en el contexto de un aula ordinaria debería:
1. Conocer a los niños con dificultades.
La información médica es necesaria para medir los límites en las sesiones de Educación Física.
2. Conocer las actividades
Proponer actividades variadas que sean las mismas que al resto del grupo, que favorezcan la inclusión y cooperativas; que promuevan el establecimiento de relaciones sociales e interpersonales.
3. Tomar decisiones respecto a:
La organización y la metodología a utilizar debe hacer compatible el trabajo del grupo clase, con el trabajo y progreso de los niños. La prevención de algunas dificultades y conflictos es clave para poder actuar en consecuencia.
La información médica es necesaria para medir los límites en las sesiones de Educación Física.
2. Conocer las actividades
Proponer actividades variadas que sean las mismas que al resto del grupo, que favorezcan la inclusión y cooperativas; que promuevan el establecimiento de relaciones sociales e interpersonales.
3. Tomar decisiones respecto a:
La organización y la metodología a utilizar debe hacer compatible el trabajo del grupo clase, con el trabajo y progreso de los niños. La prevención de algunas dificultades y conflictos es clave para poder actuar en consecuencia.
Para realizar un proceso de inclusión de los niños con Necesidades Educativas Especiales en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se deben llevar a cabo estrategias que procuren que éste sea lo más normalizado posible. Para ello es fundamental identificar las necesidades de cada niño y conocer:
Los apoyos deben proporcionarse de forma que no llamen la atención, es decir, dentro de la dinámica del juego. Entre ellos podemos señalar:
Es muy importante desarrollar juegos cooperativos. Estos permiten evitar situaciones de rechazo y exclusión, disminuir las probabilidades de experiencias motrices negativas, favorecer el desarrollo motriz y fomentar un clima positivo y tolerante.
Para la organización del espacio dos son las opciones que podemos adoptar: Organizar el espacio de forma que sean los niños los que exploren y experimenten libremente o integrar esta experimentación dentro de una historia, lo que estaría dentro de los espacios de acción y aventura.
Además, de las estrategias señaladas, habría que añadir también:
Fuente: Fundación Cada
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