Es importante que nos manifestemos asertivamente en nuestras interacciones con afectados de TDAH. Para esto debe conocer que estrategia y estilo de comunicación, la asertividad se diferencia y se sitúa en un punto intermedio entre otras dos conductas polares: la agresividad y la pasividad (o no-asertividad).
La asertividad suele definirse como un comportamiento comunicacional maduro en el que la persona ni agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que expresa sus convicciones y defiende sus derechos. Permite defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.
Para Renny Yagosesky, Escritor y Orientador dela Conducta, la asertividad es una categoría compleja, vinculada con la alta autoestima, que puede aprenderse como parte de un proceso amplio de desarrollo emocional. La define como una forma de expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia. Plantea además, que la asertividad es necesaria y conveniente por los beneficios que genera.
Los tres Estilos
Para distinguir entre los tres conceptos, es de ayuda entender la forma en que las personas manejan sus límites personales, así como los de los demás.
Los comunicadores pasivos o no-asertivos tienden a no defender sus límites personales, y entonces permiten que las personas agresivas les influencien hasta lo indebido o incluso que les dañen. Son también típicamente reticentes a arriesgarse tratando de influir sobre alguien.
Las personas agresivas tienden a no respetar los límites personales de otros, y entonces se ven obligados a dañar a los otros mientras intentan influirles.
Una persona se comunica asertivamente cuando no teme decir lo que piensa ni trata de influir en los otros, sino que lo hace de tal forma que respeta los límites personales de los otros.
Asimismo las personas asertivas están dispuestas a defenderse frente a incursiones agresivas.
Puntos principales del continuo de asertividad:
Estilo pasivo - Estilo asertivo - Estilo agresivo
Una de las razones por la cual la gente es poco asertiva, es debido a que piensan que no tienen derecho a sus creencias, derechos u opiniones. En este sentido, el entrenamiento asertivo no consiste en convertir personas sumisas en quejicas y acusadoras, sino a enseñar que la gente tiene derecho a defender sus derechos ante situaciones que a todas luces son injustas.
Los casos en los cuales no es aconsejable defender nuestros derechos en ese preciso momento, son aquellos en los cuales corremos peligro de agresión física o violemos la legalidad. Recuerde: para todo hay un momento, y saber encontrar el momento adecuado para decir las cosas es también una habilidad.
La asertividad permite actuar, pensar y decir lo que uno cree que es lo más apropiado para sí mismo, defendiendo sus derechos, intereses o necesidades sin agredir a nadie, ni permitir ser agredido. Esto se efectúa sin ansiedad. La asertividad no es sinónimo de egoísmo ni de terquedad, sino el derecho de expresar la opinión de uno, aunque sea posible que no se tenga razón, y respetando los derechos o puntos de vista de los demás.
La asertividad es una actitud intermedia o neutra entre una actitud pasiva o inhibida y otra actitud agresiva frente a otras personas, que además de reflejarse en el lenguaje hablado se manifiesta en el lenguaje no verbal, como en la postura corporal, en los ademanes o gestos del cuerpo, en la expresión facial, y en la voz. Una persona asertiva suele ser tolerante, acepta los errores, propone soluciones factibles sin ira, se encuentra segura de sí misma y frena pacíficamente a las personas que les atacan verbalmente.
La asertividad impide que seamos manipulados por los demás en cualquier aspecto y es un factor decisivo en la conservación y el aumento de nuestra autoestima, además de valorar y respetar a los demás recíprocamente.
La asertividad es una de las habilidades sociales que puede ser enseñada por psicoterapeutas y expertos en desarrollo personal, y también es el tema central de muchos libros de autoayuda. Está enlazada con la autoestima y considerada como una importante habilidad social de comunicación.
Hay muchas técnicas para ser asertivos. Una de las técnicas que mejor funcionan es desarmar antes al otro con un cumplido o un reconocimiento de su labor, de su persona o de su tarea, para después pasar a expresar lo que necesitamos. Se defienden los propios derechos (derecho a pedir ayuda y a expresar las opiniones) sin vulnerar los derechos del otro, puesto que no hay ningún tipo de orden, menosprecio o agresividad hacia la otra persona. Ser asertivo es expresar nuestros puntos de vista respetando el de los demás.
Otras técnicas o conductas asertivas son:
Son el conjunto de formas de aplicar esta técnica, ya que hay muchas formas de aplicarla y para cada interlocutor una puede tener un mejor resultado que otra:
Consiste en la repetición ecuánime de una frase que exprese claramente lo que deseamos de la otra persona. Esta conducta asertiva nos permite insistir en nuestros legítimos deseos sin caer en trampas verbales o artimañas manipuladoras del interlocutor y sin dejarnos desviar del tema que nos importa, hasta lograr nuestro objetivo.
Asertividad positiva
Esta forma de conducta asertiva consiste en expresar auténtico afecto y aprecio por otras personas. La asertividad positiva supone que uno se mantiene atento a lo bueno y valioso que hay en los demás y, habiéndose dado cuenta de ello, la persona asertiva está dispuesta a reconocer generosamente eso bueno y valioso y comunicarlo de manera verbal o no-verbal.
Asertividad empática
La asertividad empática permite entender, comprender y actuar basado en las necesidades de mi interlocutor, de igual manera permite que seamos entendidos y comprendidos.
Asertividad confrontativa
El comportamiento asertivo confrontativo resulta útil cuando percibimos una aparente contradicción entre las palabras y los hechos de nuestro interlocutor. Entonces se describe lo que el otro dijo que haría y lo que realmente hizo; luego se expresa claramente lo que uno desea. Con serenidad en la voz y en las palabras, sin tono de acusación o de condena, hay que limitarse a indagar, a preguntar, y luego expresarse directamente un deseo legítimo.
Enunciados en primera persona
El procedimiento consiste es describir la conducta no deseada del otro; expresar el sentimiento negativo que nos provoca; explicar la conducta deseada; comentar las consecuencias beneficiosas del cambio deseado y, si éste no se produjera, las consecuencias negativas de tal posibilidad. Y todo ello con objetividad y serenidad en palabras, gestos y tono de voz.
Banco de niebla
Otra técnica sugerida es el Banco de Niebla, que consisten en encontrar algún punto limitado de verdad en el que puedes estar de acuerdo con lo que tu antagonista está diciendo. Dicho expresamente, puedes estar de acuerdo en parte o de acuerdo en principio.
Interrogación negativa
La interrogación negativa consiste en solicitar más desarrollo en una afirmación o afirmaciones de contenido crítico procedentes de otra persona. El objetivo es llegar a evidenciar si se trata de una crítica constructiva o manipulativa.
La autora Rivero Hernández, M. (2000) plantea además otras técnicas como:
Ignorar selectivamente
Cuando en una discusión la otra persona insiste en mezclar temas que no guardan relación con el aspecto central de la misma, se ignoran esos temas y solo se responde cuando se trata del tema de interés.
Desarmar ira o enojo
Consiste en negarse a discutir con una persona molesta o incómoda mientras está en ese estado.
Clasificar problemas
En una conversación o discusión se debe tratar un solo tema a la vez y no pasar a otro sin haber agotado el mismo.
Acuerdo asertivo
Se es justo, se reconoce que se ha cometido un error, pero sin evaluarnos por eso.
Ironía asertiva: Responder a la crítica hostil con un "gracias".
Procesar el cambio
Desplazar el foco de la discusión hacia el análisis de lo que ocurre entre usted y su interlocutor/a, dejando aparte el tema que aparentemente provocó la discusión.
Quebrantamiento del proceso
Responder a las críticas provocativas con frases lacónicas: Sí. No, tal vez, etc.
Fuente
Fragmento extraído de: DIAGNÓSTICO DEL MAESTRO ASERTIVO EN LA ATENCIÓN DE NIÑOS CON DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD
Dra. María Teresa Pérez Pino (Cuba)
FUENTE: FUNDACION CADAH
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